CREANDO ANDO

domingo, 22 de octubre de 2017

                                                                           Lima, 28 de abril de 2017

Querida tía Rocío:
                                 ¿Qué tal tu viaje a Francia? Yo sé que te fuiste hace poco y estás con mi tío Wilber en su casa.
Te cuento que me está yendo muy bien en el colegio. Cada día tengo más amigas.
En el recreo juego básquet  y chapadas con ellas.
En cuanto al libro que estoy escribiendo, estoy pensando en más cosas para agregarle. Pronto estará listo para que tú lo leas y me digas qué te parece.

Querida tía Rocío, prometo volverte a escribir pronto.

 Alexandra





P.D.: Mándale saludos de mi parte, por favor, a mi tío Wilber y dile que venga al Perú que lo extraño



Alexandra Susana Peralta Mesones
1° "B" de secundaria
El baúl

Estaba en mi cuarto, sin nada importante que hacer. Mi mamá me aconsejó que ocupara mi tiempo en algo, así que me mandó a limpiar el ático, a desempolvar los objetos que se encontraban casi ya olvidados.
Entre las lámparas, libros, adornos navideños, zapatos viejos, una computadora malograda y demás cosas, me encontré con un baúl bastante curioso. Todo en ese lugar me era familiar, menos, ese baúl. Traté de abrirlo, pero era necesaria una llave. Rápidamente empecé a buscarla. La curiosidad me tenía aturdido, quería saber qué contenía aquel objeto misterioso.

Pasé media hora buscando la llave, pero mi búsqueda fue en vano. No había rastro de nada parecido a una llave de baúl. Finalmente, rendido, recosté mi cabeza en la tapa del objeto cerrado y pude visualizar unas letras bastante legibles y cubiertas con polvo. Al soplar sobre ellas pude ver claramente, empecé a recitar el escrito y de repente el baúl empezó a brillar por dentro. Me hizo recordar la escena de una película en la que un físico-químico utilizó unas sustancias para hacer estallar un metal muy duro. La diferencia de este brillo es que era más místico que científico. Al abrirlo había un… ¿cortaúñas?

– César, despierta ya, ¡el colegio!

Era mi hermano llamándome. Eran las 6:46 am y se me hacía tarde para ir al colegio.

Antes de salir de casa me pregunté: ¿Qué significará ese sueño?

Pensé también en el baúl y me dije: -Tal vez es la colección de la que siempre presume mi prima cuando viene a casa. Un set completo de objetos para arreglar uñas de pies, de manos, cortaúñas de todo  tamaño. Justo ayer me estuvo hablando hasta el cansancio de la importancia de ellos: que es importante cortarse las uñas, que es necesario tener un cortaúñas para la mano y otro para el pie para que no se transmita el mal olor, hongos, cosas así.

Imagino que me quedé con eso, tanto que hasta lo soñé. Lo que más me intrigó de ese sueño fue aquel baúl. Subí al ático, no había tal objeto. Después de todo, había sido un sueño; pero, de alguna manera lo sentí muy real. Lo único que sí fue cierto es que volviendo de clases tuve que limpiar el ático.


Shantall Alexandra Armas Véliz
3° “C”



Simplemente amigas

Como la intensidad del sol
es la fuerza que vive mi corazón.
Si las nubes aparecieran
taparlas nunca pudieran.

Nadie imagina mi sentir,
nadie imagina mi vivir.
El aire, el viento
son testigos de mi gracia inmadura.

Nadie me comprende,
pero tengo un alma gemela
 que lee mi mente
y  acompaña mi naturaleza emotiva.

Tú con tus palabras me animas,
por eso eres mi amiga.
En las aventuras que vivimos día a día,
 juegos inventados, rizas hilarantes.

Entre cuadernos, colores y borradores
nos comunicamos haciendo notas de colores.
Nuestro punto de encuentro son los escalones,
ejercitamos la lengua  con mil rumores.

¡Pero no olvides algo!
 Que en clases de  teatro  y comunicación
somos un dúo sin comparación,
viviendo la vida sin anticipación.

                                        Romina Yupanqui Carrillo
                                     1° "A" de secundaria


 





domingo, 30 de julio de 2017

Una tarde con papá

Mi papá, un hombre muy apuesto, alto, de piel trigueña y con una curiosidad inigualable. Él era un físico-químico muy reconocido y respetado a nivel internacional.  Con   él pasaba muchas   de mis tardes, caminando y conociendo la ciudad en donde vivíamos. Pasamos muchas anécdotas y esta es una de tantas.                                                             
Hace unos días salimos de paseo, como cada segundo sábado del mes. Esta vez fuimos a pasear por el centro de la ciudad. Estábamos por una de las calles y encontramos una casona con la puerta abierta, así es que decidimos pasar, porque nos dio curiosidad lo que podía haber dentro.  
                                            
Cuando pasamos por el cuarto principal, después de haber dado un recorrido por todo el lugar, vimos algo que brillaba. Mi papá se acercó y me dijo que lo acompañara, así que fui con él. Nos encontramos algo muy peculiar: un cortauñas. Yo me empecé a reír porque pensaba que lo encontrado por mi papá era algo más interesante.

Fuimos a otra de las habitaciones y nos topamos con un baúl de lo más fino. En ese momento nos dimos cuenta de que esa casona perteneció a una familia importante, por todos los lujos que poseía. Movimos a un lado ese gran baúl, pero muy lentamente ya que nos pesaba mucho. Después de haberlo movido vimos en el piso un agujero. Sacamos un poco del parquet del piso para poder ver lo que había dentro. Nos dimos con la gran sorpresa de que habíamos encontrado una gran colección de cortauñas de todo tamaño y de diferentes colores. Pero había un vacío en esa colección, lo que significaba que faltaba uno y era el que habíamos encontrado dentro del cuarto principal. Lo fui a traer, mi papá lo colocó en su lugar y dejamos la colección completa.

Ambos salimos, cerramos la puerta y nos fuimos a casa. En el camino nos reíamos de lo que habíamos pasado.

Andrea Castro Fidel
3° “C” de secundaria



                                                                
El baúl secreto
Era una mañana normal en la que Juan despertaba con mucha alegría. Pero la alegría no le duró mucho, ya que su mamá le dio una ingrata noticia, que su padre había fallecido.
Su madre le entregó un baúl que dejó su padre para él. Juan lo abrió lentamente, y en eso llegó su hermano mayor quien se había graduado y ya era un físico-químico profesional. Este le dice: ¡No lo abras, te decepcionarás! Y Juan muy terco lo abre y se encuentra con un cortauñas. Después de poner una cara larga de decepción, comenzaron a reír y reír y así recordaron a su papá con una sonrisa.
Nike Sambrailo Castillo

3° “C” de secundaria

Mi historia
Estaba caminando por la calle y de repente me acordé que mi mamá quería un cortauñas para cortarle las uñas a mi hermana. Me dirigí a la tienda, donde me atendió un chico alto y robusto. Pensé que era físico-culturista, pero en su camisa decía físico-químico. Le pregunté cuánto costaba el cortauñas.

Yo suponía que estaba molesto, porque agarró un baúl y lo tiró al suelo. Sacó de él el cortauñas  y me dijo que costaba 20 soles, a lo que yo le dije que estaba caro y no quería comprarle nada.

Se acercó y me miró fijamente a los ojos. Rápidamente recogí el baúl del suelo y se lo tiré en la  cabeza, pero siguió de pie. Ahora mirándome y acercándose más a mí.

Entonces, saqué del baúl el cortauñas y se lo tiré. Se desmayó y salí corriendo de la tienda. Llegando a casa, le conté a mi mamá y me dijo que no lo volviera a hacer, porque todas las personas merecen respeto.

Sergio Sullón Guzmán

3° “A” de secundaria

             
Mi creación

Había una vez un fisico-químico que se cortaba las uñas y las guardaba en un baúl. Su familia al ver eso, rápidamente lo llevó a una clínica. Ahí, el psicólogo les dijo que necesitaba vitaminas y apoyo familiar.
El físico-químico solo quería hacer estudios sobre las uñas y para él era algo normal guardarlas en un baúl, pero su familia insistía en que estaba loco.

Él quería seguir con sus estudios y decidió buscar el cortauñas que había escondido. Cuando lo encontró se cortó todas las uñas. En eso apareció su madre y  llamó a gritos a su esposo. Ambos decidieron llevar al físico-químico a un psiquiatra. Esto se repitió por varias semanas.

Las vitaminas no ayudaban y la situación empeoró. Por las noches, el físico-químico se metía a los cuartos de todos en la casa y les cortaba las uñas. Cuando entró al cuarto de su hermana, ella se despertó y empezó a gritar. Él se preguntaba por qué si solo quería estudiar los tipos de uñas.

Todos se aburrieron de tenerlo en casa y se sentaron a conversar acerca de qué harían con él. El físico-químico estaba escondido escuchando todo lo que decían. En eso el papá sugirió que lo llevaran a un manicomio. Al escuchar esto, él corrió a su laboratorio y se encerró.

Luego de dos horas se fueron a buscarlo y se dieron con la sorpresa de ver al físico-químico, a quien le había caído un acido muy dañino en el cuerpo.

Este, en la desesperación de buscar una solución a lo que pasaba, chocó con el ácido y le cayó encima; lo que le provocó la muerte.

Daniela Carhuayo Zubiate

3°A de secundaria



LA FE DE UNA MADRE

En  abril del año 1995, cuando Anthony tenía cuatro meses de edad, se enfermó muy grave de los bronquios. Sus padres, Juana y César, lo llevaron de emergencia al hospital de Policía y le aplicaron tanta medicina que le afectó el estómago. Empezó a vomitar sangre y los doctores dijeron que tendría que ser  hospitalizado. Estaba tan mal que lo pasaron a UCI (Unidad de Cuidados Intensivos).

La señora Juana contó que los médicos le pidieron hacerle muchos exámenes especiales en la Clínica San Felipe, porque en el hospital no había reactivos. También tenían que ponerle sangre, pero ellos no tenían plata, así es que sus amigos de trabajo le dieron dinero para ello. Conforme pasaban las horas, Anthony empeoraba. Es por eso que el doctor les pidió que recen  bastante.

Juana tenía una amiga de nombre Teresa, mucho mayor que ella, que pertenecía a la Alianza Cristiana, la señora oró y le enseñó a Juana cómo tenía que hacerlo y, juntas oraron hasta la madrugada. Eran las 3 de la mañana, cuando el doctor llamó a Juana para decirle que tenían que hacerle una transfusión de sangre y que verían si con eso mejoraba.

Luego de ver los resultados, el médico se quedó callado. Juana y César entendieron el silencio del doctor y empezaron a llorar y  desesperarse. Teresa les dijo entonces: Entréguenlo a Dios con mucho amor  y confíen  en que él lo sanará. Juana  sentía temor de hacerlo, pensaba que quizás Dios se lo llevaría; tenía mucho miedo, pero igual lo hizo y con mucha fe le dijo: “Dios mío, es solo un bebé, por amor a tu hijo Jesús, déjalo vivir. Te lo suplico Señor y te prometo que haré que sea un hombre bueno, y continuó orando.

Eran las 10.30 am, el médico la hizo pasar a UCI y vio que  su niño sonreía. El doctor le preguntó a Juana: ¿Cómo se llama el Santo a quien has  pedido para que tu hijo se salve? Hicimos de todo, pero tu hijo estaba muriendo. Juana le dijo que su Santo se llamaba Fe. Después de 5 días dieron de alta a Anthony. Ahora tiene 22 años y está en la universidad. Él es mi hermano.

Renzo Alexander MUCHOTRIGO SIGUEL

3ro. “B” de secundaria

martes, 25 de julio de 2017


Una mañana de sentimientos

Era una mañana muy diferente a la que Roxana esperaba. Llena de angustia por la noticia que su madre le dio, no pudo contener aquellas lágrimas de dolor. Su abuelo, muy querido, la persona que estuvo con ella durante su niñez, había muerto.

Su madre le entregó un baúl que dejó  su abuelo  justamente para ella. Roxana lo abrió lentamente con los ojos cerrados y en ese preciso momento llegó su hermano mayor, graduado recientemente como físico-químico, quien la detiene diciéndole:
-¡No lo abras!

Roxana muy terca lo abre y se encuentra con un cortaúñas de su madre y con un papelito que  decía que era una broma. Comenzaron a reír a carcajadas y recordaron a su abuelo con una sonrisa, al saber que todo estaba bien.

Ashley Siancas Criollo

Tercero “C” de secundaria

El baúl misterioso
María, mi vecina, me contó que un día camino a la universidad pasó por un laboratorio y se encontró con Kasandra, su amiga de la infancia. Juntas apuraron el paso porque se les hacía tarde para ir a clases.
En la clase de química, la profesora Malena les comentó que les tenía una sorpresa. Había llevado al gran Raúl, un físico- químico muy conocido en New York. Todos los alumnos estaban felices porque iban a realizar juntos un experimento. El invitado llevó un baúl lleno de materiales como un cortaúñas, una hoja de papel, una bolsa, etc.
Todos los alumnos quedaron satisfechos por haber hecho el experimento con un gran químico. 
María me dijo que Kasandra, Carmen y ella le preguntaron si se podían tomar una foto para tenerla de recuerdo y mostrarla a sus padres y maestros.

Luhana Acuña Cuba
Tercero “A” de secundaria


domingo, 9 de julio de 2017


LA CASA MALDITA
Estaba caminando por la calle en plena oscuridad y vi una pared que tenía escrito: “VAS A MORIR”. Yo no le  tomé importancia y segui caminando. Al rato vi una casa  extraña, me dio curiosidad e ingresé. Estaba muy oscura  y no había nadie. De pronto observé un cartel que decía: “TÚ ERES MI HUÉSPED”. Me dirigí a una habitación y pude leer en la pared: “CUIDADO”. Tampoco le tomé importancia, pero sí me llamó la atención una brújula rota.
Al día siguiente intenté salir, al no poder me desesperé y vi que alguien estaba detrás de mí con un cuchillo y me asusté mucho. Cogí un palo que estaba por ahí y escribí: “AYU…”. No terminé de escribir .
Si ves todas esas palabras no te acerques, porque mi asesino está buscando otra víctima.
¡CUIDADO  QUE VA POR TI!

María Fernanda Rojas López

1° “A” de secundaria

UNA  EXPERIENCIA  MUY  EXTRAÑA

Era viernes por la noche, estaba en la sala de recepción del hotel donde trabajaba. Era cerca de la diez de la noche y estaba tan aburrida que empecé a ver mi serie favorita desde mi celular. Estaba muy cansada porque todo el día había atendido a cada huésped que venía a hospedarse.

Alguien que entró al hotel me llamó mucho la atención, era un señor medio raro, más o menos de unos cuarenta años. Tenía muchas cosas extrañas que colgaban de su mochila: una lupa, una brújula, un mapa, etc. Me parecía conocida su cara, pero deseché esa idea.

Al día siguiente, vi que estaban pintando la pared del hotel, y en la ventana de uno de los cuartos observé al mismo señor de la noche anterior saludándome. Me sobé los ojos y ya no lo vi. Creo que fue mi imaginación- me dije.

Al paso de unos años me retiré del hotel, porque cada vez me aterrorizaba más ese señor.

Ahora, cuando paso por el lugar veo al mismo señor saludándome desde la ventana de un cuarto y siento mucho miedo. Nunca voy a olvidar esa sensación de temor que me invade cuando lo veo.

Ericka Bermúdez Gil

1° “A” de secundaria 

sábado, 17 de junio de 2017


Lima, 28 de marzo del 2017 

Estimado Señor Presidente: 
Quien le escribe en esta oportunidad es una estudiante que cursa el 3er año de secundaria en el Colegio Parroquial “Santa Cruz”, ubicado en la provincia constitucional del Callao. La presente es para hacerle llegar mi preocupación por lo que está sucediendo en nuestro país. 
Las noticias son sumamente alarmantes. Vemos escasez de alimentos, productos sumamente caros, como por ejemplo el limón
Algunos alcaldes piden ayuda para sus distritos, viéndose impotentes de poder darle solución al problema.
Señor Presidente, considero que  los alcaldes,  ministros y otras autoridades deben unirse para llevar la ayuda que necesitan nuestros compatriotas, y luego que haya pasado esto, ojalá usted pueda evaluar aquellas edificaciones que han quedado dañadas y evitar otra tragedia construyendo viviendas en lugares más adecuados. 
Como peruana me uno a la ayuda que usted organice y así poder contribuir a aliviar en algo las necesidades de nuestros hermanos que hoy lo han perdido todo. 
Me despido de usted con la seguridad de que buscará solucionar los problemas y que nuestros compatriotas volverán a salir adelante. 

Atte.  
Andrea Castro Fidel 


sábado, 3 de junio de 2017

EL HUÉSPED

Hace mucho tiempo había un señor que vivía como huésped en un hotel barato. Su habitación tenía las paredes musgosas, piso sucio y con cucarachas. Una mañana, cuando abrió la puerta de su alcoba, vio una brújula en el suelo, la cogió y dijo:
_¿De quién será? ¡Ah!, bueno, no importa. Mejor tenerla yo que alguien que tira las cosas al suelo.
Se la llevó a su habitación y la guardó. Al día siguiente,  tuvo un sueño muy extraño. Su cuerpo estaba mojado y, cuando despertó, lo estaba realmente y se dijo a sí mismo:
_Debe ser uno de los juegos del vecino.
Se dirigió a su casa y le dijo:_¡Tú te haces el chistoso mientras duermo!
El vecino respondió:_¿Cuál broma?  ¡Qué estás hablando, yo no he hecho nada!
_Pero, si tú no fuiste, ¿quién?
Se dirigió a su habitación y buscó la brújula, no la vio.  Se echó a dormir otra vez. Cuando despertó la vio y la agarró. Se dijo:
_ Esto no es real, no. Se pellizcó y se dijo:_Sí es  real.
Se asustó y se apoyó en la pared. Se cayó y asustado soltó la brújula. Vio que señalaba el marco que tenía la imagen de EE.UU. Las agujas empezaron a girar, entonces, la agarró y dejaron de girar. Cuando el señor apuntó con la brújula hacia el marco, instantáneamente aparecía en EE.UU.
Se dijo:_ ¡No puede ser, esto debe ser un sueño!
Paseó por la plaza del país. Era muy hermoso.
Cuando vio otro cuadro intentó hacer lo mismo y funcionó. AsÍ estuvo viajando de país en país, de lugar en lugar. No tuvo ya que vivir como huésped. Podía estar viajando por todo el mundo.

Sebastián Fabiano Alarcón Guarda

1° “A” de secundaria

martes, 30 de mayo de 2017

                       DESCUBRIENDO EUDAMON (la isla de la felicidad)

Yo me encontraba encerrado, no sabía qué hacer, quería destruir esa pared que estaba frente a  mí, y entonces la puerta se abrió mágicamente. Salí de aquel lugar y encontré a Cristóbal, mi hijo, lo abracé y después lo regañé porque se supone que él debería de haberse quedado en casa. La verdad es que no sé cómo hizo para poder venir conmigo y cada vez que se lo pregunto me cambia de tema y, bueno…Luego, saqué mi brújula para que nos dirigiera al camino, pero de pronto vimos a Jones. No sabía qué hacia allí, detrás de él estaba Juan, que es la única persona que sabe dónde está la siguiente pista para poder encontrar Eudamon. Lo seguimos hasta que llegamos a una pared en donde había unas escrituras. Cristóbal y yo esperamos a que se fueran para así poder mirar las escrituras más de cerca, pero se demoraron mucho tiempo así es que decidimos irnos. Ya  afuera tuvimos la impresión de que era de noche, entonces nos quedamos de huéspedes en un hotel muy cerca al lugar. Cristóbal rápidamente se quedó dormido y entonces me llamó Cielo muy preocupada, para decirme que después de que mi avión partió, Cristóbal desapareció. Yo la tranquilicé y le dije que estaba conmigo. En eso Paz le quitó el teléfono y sin querer cortó la comunicación, entonces puse el celular encima de la mesa y me recosté en la cama a dormir. A la mañana siguiente llevé a Cristóbal al aeropuerto y lo mandé de vuelta a casa. No quería que sufriera, porque tal vez tardaría mucho tiempo en encontrar todas las pistas. Me puse un poco triste, entonces regresé al lugar y comencé a descifrar las escrituras. Me di con la sorpresa de que esta pista me conducía hacia otro lugar. Fui hasta aquel lugar y así me la pasé por un año, encontrando y descifrando las pistas. Yendo a lugares cada vez más lejanos, encontrándome cada vez más lejos de mi familia. Un día decidí regresar, pero no se lo dije a nadie. Fue una sorpresa. A decir verdad nunca encontré al verdadero Eudamon, pero sí mi propio Eudamon.

FIN

Romina Silmara Yupanqui Carrillo
1° "A" de secundaria
                                                                     

                       

                      

jueves, 11 de mayo de 2017


Continúa la historia

Me encontraba en medio de la noche... y de pronto me di cuenta que había una sombra blanca. Me levanté de mi cama, caminé  y sentí que alguien estaba cerca. De pronto se escuchó: ¿Dónde estarás?-como si me estuvieran buscando. Tuve mucho miedo, pero al pensar que podía haber un fantasma en mi casa me di valor para  buscarlo. Estaba cerca de la cocina y vi a alguien con un cuchillo. Al acercarme más se fue corriendo o como hacen  los fantasmas. Lo perseguí hasta que se cansó y lo descubrí, ¡era mi hermanoAl supuesto fantasma le dije que no lo volviera hacer, después cada uno se fue a su cama  a dormir.

                                     Fin
María Fernanda Rojas López
1°"A"

domingo, 7 de mayo de 2017

Reseña


Reseña: La Jaula de los humanos

Reseña de “La jaula de los gorilas”, de Rodrigo Muñoz Avia

La corrupción es el tema principal de esta obra, en la que Rodrigo Muñoz Avia (Madrid, 1967) nos narra la perspectiva de un chico de 16 años al despertar de su mundo y descubrir que su padre no había sido el bueno de Gerardo Gil-Matías. Él no lo cree y decide alejarse, hasta que todo el rollo pase y todo vuelva a la normalidad. Sin embargo, esa curiosidad,  ese deseo por conocer la verdad, es lo que lo hace cada vez más cuidadoso, más desconfiado, más alejado, más  cauteloso. Es una muestra del buen tratamiento del autor respecto al pensamiento crítico adolescente, que a esa edad es ya casi el de un adulto.

Considero que todos, tanto como él, tienen derecho a saber la verdad; a conocer quién es en realidad ese que siempre dijo ser alguien diferente. Es, en cierto modo, una prueba de honestidad. Creo que el hijo hizo bien en alejarse para poder pensar mejor y aclarar sus ideas. Pero no siento que su mundo entero se haya derribado, como se explica en la sinopsis; el joven sigue dibujando su cómic, escuchando su música, suspirando por la vecina. No digo que todo esté dentro de lo normal en su vida, ya que no lo está, pero no considero que todos los hechos de esta obra (narrada en primera persona por el propio Gerardo Junior) influyan en gran escala en su vida pública y personal. Muy aparte del pesar y pérdida de confianza por parte suya hacia su padre, en esta obra se muestra todo lo que puede pasar por la mente del adolescente y todo lo que es capaz de hacer para acabar de una vez con el gran conflicto y el dilema causado por su papá.

Recomiendo esta obra, aunque no para niños pequeños, porque aparte de usar palabras soeces, explora un mundo al que el niño no ha llegado aún, y no sería fácil de explicar, incluyendo temas como la política, corrupción y rebeldía. Sin embargo, para chicos púberes y adolescentes, esta obra les vendría bien, posiblemente sintiéndose identificados con el personaje y con lo que le sucede: una etapa de cambios que intentará superar y, si lo logra, llegará a convertirse en una persona diferente, con una singular perspectiva del mundo; un hombre capaz de tomar decisiones. Un hombre nuevo.

Leonardo Amir García Santos
3° “A” de secundaria