CREANDO ANDO

martes, 30 de mayo de 2017

                       DESCUBRIENDO EUDAMON (la isla de la felicidad)

Yo me encontraba encerrado, no sabía qué hacer, quería destruir esa pared que estaba frente a  mí, y entonces la puerta se abrió mágicamente. Salí de aquel lugar y encontré a Cristóbal, mi hijo, lo abracé y después lo regañé porque se supone que él debería de haberse quedado en casa. La verdad es que no sé cómo hizo para poder venir conmigo y cada vez que se lo pregunto me cambia de tema y, bueno…Luego, saqué mi brújula para que nos dirigiera al camino, pero de pronto vimos a Jones. No sabía qué hacia allí, detrás de él estaba Juan, que es la única persona que sabe dónde está la siguiente pista para poder encontrar Eudamon. Lo seguimos hasta que llegamos a una pared en donde había unas escrituras. Cristóbal y yo esperamos a que se fueran para así poder mirar las escrituras más de cerca, pero se demoraron mucho tiempo así es que decidimos irnos. Ya  afuera tuvimos la impresión de que era de noche, entonces nos quedamos de huéspedes en un hotel muy cerca al lugar. Cristóbal rápidamente se quedó dormido y entonces me llamó Cielo muy preocupada, para decirme que después de que mi avión partió, Cristóbal desapareció. Yo la tranquilicé y le dije que estaba conmigo. En eso Paz le quitó el teléfono y sin querer cortó la comunicación, entonces puse el celular encima de la mesa y me recosté en la cama a dormir. A la mañana siguiente llevé a Cristóbal al aeropuerto y lo mandé de vuelta a casa. No quería que sufriera, porque tal vez tardaría mucho tiempo en encontrar todas las pistas. Me puse un poco triste, entonces regresé al lugar y comencé a descifrar las escrituras. Me di con la sorpresa de que esta pista me conducía hacia otro lugar. Fui hasta aquel lugar y así me la pasé por un año, encontrando y descifrando las pistas. Yendo a lugares cada vez más lejanos, encontrándome cada vez más lejos de mi familia. Un día decidí regresar, pero no se lo dije a nadie. Fue una sorpresa. A decir verdad nunca encontré al verdadero Eudamon, pero sí mi propio Eudamon.

FIN

Romina Silmara Yupanqui Carrillo
1° "A" de secundaria
                                                                     

                       

                      

No hay comentarios:

Publicar un comentario