Amaneció muy rápido, al menos así me pareció. Estaba en mi
cama estirándome y en una pestañeada que di vi a un glumplo por mi ventana, era una cosa muy pequeña y peluda. Se suponía que
me iba a cambiar para ir al supermercado
a comprar algo para desayunar y almorzar, ya que mis padres habían
salido y dejaron plata para comprar.
Cuando me dirigía al mercado no
recordé cuál era, porque habían dos: el mercado 105 y el 3 de enero, así que
me dirigí al 105
porque a ese lo conocía un poco más que al otro. Al llegar me dirigí
hacia el lado de los menúes, me antojó comer un combinado y llevar otro.
Después de pagar, volteo hacia el
lado izquierdo y veo al glumpo con tres cabezas y tres ojos. Entonces me dije:
¿Qué hago? ¿lo mato o no? Lo perseguí, pero no lo llegué a alcanzar, así que le
pedí a mi amigo Jesner que me ayudara a capturarlo, ya que habíamos visto un
anuncio que decía: RECOMPENSA $5000 SI TRAEN ATRAPADA A UNA CRIATURA EXTRAÑA
(Av. Matusita cdra, 108). Así que nos decidimos y fuimos a buscarlo de nuevo porque se nos había escapado.
Cuando lo llegamos a encontrar le
preguntamos: ¿Por qué estas acá? El glumpo
respondió: Vengo de un lugar al cual nadie podrá encontrar, es lejos de
aquí, es un mundo, mejor dicho otra dimensión. Se llama Glumpipi y de allí vengo yo. Allí se encuentra toda mi
familia menos mi papá. Él se suicidó
porque no tenía tres piernas, entonces no era superiperduperrápido- Nosotros le
pedimos que nos llevara a su dimensión,
él nos llevó, pero al momento de llegar, un conejo de tres orejas nos preguntó:
¿Qué hacen acá? ¿qué quieren?
Yo le dije: Venimos con el glumpo.
El conejo dijo: ¿Glumpo?
Y este contestó: Será obra de su
imaginación, en otras palabras, yo no
existo.
Sí usted está soñando lo mataré a ver
si despierto.
Y yo contesté: No, no (el conejo ya
me había asesinado con una estaca).
Al momento de despertar, amanezco en
mi cuarto extrañado y asustado.