CREANDO ANDO

sábado, 17 de junio de 2017


Lima, 28 de marzo del 2017 

Estimado Señor Presidente: 
Quien le escribe en esta oportunidad es una estudiante que cursa el 3er año de secundaria en el Colegio Parroquial “Santa Cruz”, ubicado en la provincia constitucional del Callao. La presente es para hacerle llegar mi preocupación por lo que está sucediendo en nuestro país. 
Las noticias son sumamente alarmantes. Vemos escasez de alimentos, productos sumamente caros, como por ejemplo el limón
Algunos alcaldes piden ayuda para sus distritos, viéndose impotentes de poder darle solución al problema.
Señor Presidente, considero que  los alcaldes,  ministros y otras autoridades deben unirse para llevar la ayuda que necesitan nuestros compatriotas, y luego que haya pasado esto, ojalá usted pueda evaluar aquellas edificaciones que han quedado dañadas y evitar otra tragedia construyendo viviendas en lugares más adecuados. 
Como peruana me uno a la ayuda que usted organice y así poder contribuir a aliviar en algo las necesidades de nuestros hermanos que hoy lo han perdido todo. 
Me despido de usted con la seguridad de que buscará solucionar los problemas y que nuestros compatriotas volverán a salir adelante. 

Atte.  
Andrea Castro Fidel 


sábado, 3 de junio de 2017

EL HUÉSPED

Hace mucho tiempo había un señor que vivía como huésped en un hotel barato. Su habitación tenía las paredes musgosas, piso sucio y con cucarachas. Una mañana, cuando abrió la puerta de su alcoba, vio una brújula en el suelo, la cogió y dijo:
_¿De quién será? ¡Ah!, bueno, no importa. Mejor tenerla yo que alguien que tira las cosas al suelo.
Se la llevó a su habitación y la guardó. Al día siguiente,  tuvo un sueño muy extraño. Su cuerpo estaba mojado y, cuando despertó, lo estaba realmente y se dijo a sí mismo:
_Debe ser uno de los juegos del vecino.
Se dirigió a su casa y le dijo:_¡Tú te haces el chistoso mientras duermo!
El vecino respondió:_¿Cuál broma?  ¡Qué estás hablando, yo no he hecho nada!
_Pero, si tú no fuiste, ¿quién?
Se dirigió a su habitación y buscó la brújula, no la vio.  Se echó a dormir otra vez. Cuando despertó la vio y la agarró. Se dijo:
_ Esto no es real, no. Se pellizcó y se dijo:_Sí es  real.
Se asustó y se apoyó en la pared. Se cayó y asustado soltó la brújula. Vio que señalaba el marco que tenía la imagen de EE.UU. Las agujas empezaron a girar, entonces, la agarró y dejaron de girar. Cuando el señor apuntó con la brújula hacia el marco, instantáneamente aparecía en EE.UU.
Se dijo:_ ¡No puede ser, esto debe ser un sueño!
Paseó por la plaza del país. Era muy hermoso.
Cuando vio otro cuadro intentó hacer lo mismo y funcionó. AsÍ estuvo viajando de país en país, de lugar en lugar. No tuvo ya que vivir como huésped. Podía estar viajando por todo el mundo.

Sebastián Fabiano Alarcón Guarda

1° “A” de secundaria

martes, 30 de mayo de 2017

                       DESCUBRIENDO EUDAMON (la isla de la felicidad)

Yo me encontraba encerrado, no sabía qué hacer, quería destruir esa pared que estaba frente a  mí, y entonces la puerta se abrió mágicamente. Salí de aquel lugar y encontré a Cristóbal, mi hijo, lo abracé y después lo regañé porque se supone que él debería de haberse quedado en casa. La verdad es que no sé cómo hizo para poder venir conmigo y cada vez que se lo pregunto me cambia de tema y, bueno…Luego, saqué mi brújula para que nos dirigiera al camino, pero de pronto vimos a Jones. No sabía qué hacia allí, detrás de él estaba Juan, que es la única persona que sabe dónde está la siguiente pista para poder encontrar Eudamon. Lo seguimos hasta que llegamos a una pared en donde había unas escrituras. Cristóbal y yo esperamos a que se fueran para así poder mirar las escrituras más de cerca, pero se demoraron mucho tiempo así es que decidimos irnos. Ya  afuera tuvimos la impresión de que era de noche, entonces nos quedamos de huéspedes en un hotel muy cerca al lugar. Cristóbal rápidamente se quedó dormido y entonces me llamó Cielo muy preocupada, para decirme que después de que mi avión partió, Cristóbal desapareció. Yo la tranquilicé y le dije que estaba conmigo. En eso Paz le quitó el teléfono y sin querer cortó la comunicación, entonces puse el celular encima de la mesa y me recosté en la cama a dormir. A la mañana siguiente llevé a Cristóbal al aeropuerto y lo mandé de vuelta a casa. No quería que sufriera, porque tal vez tardaría mucho tiempo en encontrar todas las pistas. Me puse un poco triste, entonces regresé al lugar y comencé a descifrar las escrituras. Me di con la sorpresa de que esta pista me conducía hacia otro lugar. Fui hasta aquel lugar y así me la pasé por un año, encontrando y descifrando las pistas. Yendo a lugares cada vez más lejanos, encontrándome cada vez más lejos de mi familia. Un día decidí regresar, pero no se lo dije a nadie. Fue una sorpresa. A decir verdad nunca encontré al verdadero Eudamon, pero sí mi propio Eudamon.

FIN

Romina Silmara Yupanqui Carrillo
1° "A" de secundaria
                                                                     

                       

                      

jueves, 11 de mayo de 2017


Continúa la historia

Me encontraba en medio de la noche... y de pronto me di cuenta que había una sombra blanca. Me levanté de mi cama, caminé  y sentí que alguien estaba cerca. De pronto se escuchó: ¿Dónde estarás?-como si me estuvieran buscando. Tuve mucho miedo, pero al pensar que podía haber un fantasma en mi casa me di valor para  buscarlo. Estaba cerca de la cocina y vi a alguien con un cuchillo. Al acercarme más se fue corriendo o como hacen  los fantasmas. Lo perseguí hasta que se cansó y lo descubrí, ¡era mi hermanoAl supuesto fantasma le dije que no lo volviera hacer, después cada uno se fue a su cama  a dormir.

                                     Fin
María Fernanda Rojas López
1°"A"

domingo, 7 de mayo de 2017

Reseña


Reseña: La Jaula de los humanos

Reseña de “La jaula de los gorilas”, de Rodrigo Muñoz Avia

La corrupción es el tema principal de esta obra, en la que Rodrigo Muñoz Avia (Madrid, 1967) nos narra la perspectiva de un chico de 16 años al despertar de su mundo y descubrir que su padre no había sido el bueno de Gerardo Gil-Matías. Él no lo cree y decide alejarse, hasta que todo el rollo pase y todo vuelva a la normalidad. Sin embargo, esa curiosidad,  ese deseo por conocer la verdad, es lo que lo hace cada vez más cuidadoso, más desconfiado, más alejado, más  cauteloso. Es una muestra del buen tratamiento del autor respecto al pensamiento crítico adolescente, que a esa edad es ya casi el de un adulto.

Considero que todos, tanto como él, tienen derecho a saber la verdad; a conocer quién es en realidad ese que siempre dijo ser alguien diferente. Es, en cierto modo, una prueba de honestidad. Creo que el hijo hizo bien en alejarse para poder pensar mejor y aclarar sus ideas. Pero no siento que su mundo entero se haya derribado, como se explica en la sinopsis; el joven sigue dibujando su cómic, escuchando su música, suspirando por la vecina. No digo que todo esté dentro de lo normal en su vida, ya que no lo está, pero no considero que todos los hechos de esta obra (narrada en primera persona por el propio Gerardo Junior) influyan en gran escala en su vida pública y personal. Muy aparte del pesar y pérdida de confianza por parte suya hacia su padre, en esta obra se muestra todo lo que puede pasar por la mente del adolescente y todo lo que es capaz de hacer para acabar de una vez con el gran conflicto y el dilema causado por su papá.

Recomiendo esta obra, aunque no para niños pequeños, porque aparte de usar palabras soeces, explora un mundo al que el niño no ha llegado aún, y no sería fácil de explicar, incluyendo temas como la política, corrupción y rebeldía. Sin embargo, para chicos púberes y adolescentes, esta obra les vendría bien, posiblemente sintiéndose identificados con el personaje y con lo que le sucede: una etapa de cambios que intentará superar y, si lo logra, llegará a convertirse en una persona diferente, con una singular perspectiva del mundo; un hombre capaz de tomar decisiones. Un hombre nuevo.

Leonardo Amir García Santos
3° “A” de secundaria


viernes, 13 de noviembre de 2015

El reencuentro

Había una vez un señor muy humilde llamado Pedro, el cual  era muy creyente del Señor de los Milagros. Él tenía que hacer un viaje  desde Moyobamba hasta Lima para encontrarse con su familia.
Tuvo un viaje muy agotador, ya que lo hizo por  tierra y demoró varios días.
Al momento de llegar se había olvidado por donde era que quedaba la casa de sus hijas y no entendía muy bien la dirección que le habían dado. Cuando intentaba hablar con alguien lo ignoraban, entonces  empezó a caminar sin destino fijo hasta darse cuenta que se había perdido.
Cuando de pronto un hombre alto le preguntó si estaba perdido, Pedro le respondió que sí. Este se ofreció a llevarlo hasta su casa y, Pedro, un poco dudoso aceptó.
Finalmente Marco, el hombre que se ofreció a ayudando, llevó a Pedro a casa de sus hijas con la ayuda de la dirección que este le había dado.
Pedro y su familia muy agradecidos lo invitaron a ir al Santuario de Las Nazarenas, este aceptó y todos fueron juntos.
Fin
Sol Oliveros Valdez
 2° "C" de sec.