Principio
Como estrella fulgurante, arrasando el firmamento,
cual saeta puntiaguda que atraviesa sin recelo.
La pureza de su alma contagiante de esperanza,
nos recuerda lo que un día en el universo fuimos.
Cómo poder ser como tú,
cómo imitar esa nobleza
que trajiste a este lugar.
Llevas en tu mirada grabada y en el pecho como sello,
lo que algún día fue para los hombres
su naturaleza esencial.
No será este un aviso o quizás será un llamado
a volver a lo de antaño, a la génesis del hombre
que abandonó el camino para no volver jamás.
Ynés Pinto M.