Un día
para recordar
Era cerca de medio día, cuando
vi un accidente de tránsito. Un autobús había atropellado a un señor que estaba
cruzando la pista. El chofer paró instantáneamente para atender a la víctima.
Este estaba preocupado por las consecuencias que la muerte del señor podría
traer. Yo, al ver esto, llamé a los bomberos y policías. Al llegar, estos
llevaron al señor al hospital más cercano para poder atenderlo. Después de 3
horas de cirugía, el señor, lamentablemente, falleció. Enseguida, los policías
llevaron al chofer a la comisaría. Estando ahí, él dijo que no era su culpa; ni
del señor, puesto que el semáforo estaba malogrado y este indicó verde para los
dos lados. Los policías obviamente no le creyeron y le dijeron que iría a
prisión.
Todo aquello lo entristecía mucho.
Nunca había pasado por algo así. Lo que más le preocupaba era su hijo de 8 años
quien no tenía madre y no sabía dónde se iba a quedar. Lo quiso dejar con su
tía, pero ella vivía en China y no tenía quién lo lleve hasta allá. La opción
que la policía le dio fue dejar al niño en un orfanato público.
Sin embargo, el señor se negó,
ya que no quería que su hijo vaya a un lugar como ese por algo que él no hizo.
El señor quería demostrar su inocencia para quedar libre.
Finalmente, pudo lograrlo, e
insistió a los policías a que lo lleven al lugar del accidente para poder ver
si el semáforo en realidad estaba malogrado. Los oficiales accedieron y, al
llegar, pudieron observar que verdaderamente el equipo no funcionaba
correctamente. Lo siguiente fue dejar al chofer libre para que pueda volver con
su hijo. Lamentablemente, ocasionó la muerte de una persona inocente.
Benjamin
Challco Acosta
C.
E. P. “Cristo Salvador”
4”
“B” de secundaria.