CREANDO ANDO

martes, 16 de noviembre de 2010

Lo que mi yo interior vio


Fue hace tiempo que mi mejor amiga y yo pasamos por un momento muy difícil: algo nos iba a separar. Todo sucedió así:

Mi amiga Silvana me había dicho que se iba de viaje, yo no podía aceptarlo, quería que se quede a mi lado.

Cuando ella me contó esto yo reaccioné de una manera muy vulgar y como estábamos fuera del colegio lo único que hice fue irme corriendo. Fue tanta mi desesperación por irme que no me di cuenta del carro que estaba pasando, hasta que giré la mirada y al momento de hacer eso me atropelló. De ahí no supe qué sucedió, solo me acuerdo que desperté en el hospital y me levanté; pero me di cuenta que mi alma había salido de mi cuerpo y éste estaba echado en una camilla con cables por todos lados. Me sorprendí, pero quise experimentar y salí de la habitación. Veía cómo mis amigos consolaban a mis padres y escuchaban a Silvana culparse de lo sucedido.

Al ver este triste momento me di cuenta de que hacía mal tratando de que mi amiga se quede conmigo molestándome por tontas razones y, angustiando a mis padres.

Sé que ella y yo somos buenas amigas y aunque estemos a kilómetros de distancia, nos extrañaremos. Y como somos tan unidas, ninguna de las dos se va a olvidar de la otra.

El día que me dieron de alta era el día en que Silvana se iba de viaje, por suerte estuve allí para despedirme y en ese momento juramos mantenernos en contacto.

Y así fue, apenas llegó me llamó y me contó cómo era ese país, al final todo acabó bien porque nos mantuvimos unidas a pesar de la distancia.

Fin...!

Coral Gonzáles Figueredo

1ro. "C" de sec.

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