Había
una vez un señor muy humilde llamado Pedro, el cual era muy creyente del Señor de los Milagros. Él
tenía que hacer un viaje desde Moyobamba
hasta Lima para encontrarse con su familia.
Tuvo
un viaje muy agotador, ya que lo hizo por tierra y demoró varios días.
Al
momento de llegar se había olvidado por donde era que quedaba la casa de sus
hijas y no entendía muy bien la dirección que le habían dado. Cuando intentaba
hablar con alguien lo ignoraban, entonces empezó a caminar sin destino fijo hasta darse
cuenta que se había perdido.
Cuando
de pronto un hombre alto le preguntó si estaba perdido, Pedro le respondió que sí.
Este se ofreció a llevarlo hasta su casa y, Pedro, un poco dudoso aceptó.
Finalmente
Marco, el hombre que se ofreció a ayudando, llevó a Pedro a casa de sus hijas con
la ayuda de la dirección que este le había dado.
Pedro
y su familia muy agradecidos lo invitaron a ir al Santuario de Las Nazarenas,
este aceptó y todos fueron juntos.
Fin
Sol
Oliveros Valdez
2° "C" de sec.